Nunca es tarde para transformar tus sueños en realidad: Mi viaje hacia la libertad y el emprendimiento

Hace diez años tomé una de las decisiones más difíciles, pero más liberadoras de mi vida: dejar un trabajo estable para emprender. Durante años, la zona de confort me había mantenido cautiva, pero algo dentro de mí me susurraba que necesitaba más, que debía arriesgarme.

Siempre fui una persona lógica, orientada a los números, enfocada en el “sí” o el “no”, en lo blanco y lo negro. Pero, en ese camino, me di cuenta de que estaba incompleta. Mi lado creativo, el que llena de colores la vida, había estado callado demasiado tiempo. No solo era cuestión de encontrar soluciones, sino de explorar infinitas posibilidades, de abrazar la incertidumbre y la maravilla de lo desconocido.


El miedo a la perfección me había limitado, me había detenido cuando era joven, cuando debía haber dado el primer paso. Esa fue la formación que recibí, tanto en mi hogar como en el sistema educativo. Pero hace diez años, decidí tomar el control.


Al perder mi empleo, una persona a la que amo y admiro, mi hermano Fer, me llamó para darme un consejo que me marcó profundamente: “Qué bueno que te han dejado ir. Ahora podrás hacer lo que más te gusta y, sobre todo, ser libre”.

Así, en 2015, nació SMARTCIDI “Hacemos posible lo imposible”, un sueño que se convirtió en una empresa cuyo propósito es acompañar a los negocios a descubrir quiénes son, hacia dónde van y cómo llegar allí. No vendo nada, lo que ofrezco es algo mucho más grande: mi compromiso en ayudar a las empresas a crecer, a transformarse, a ser mejores.


Este camino ha sido arduo, lleno de desafíos. Admiro profundamente a los emprendedores valientes de mi país Ecuador que, como yo, desafían las estructuras ineficaces y luchan contra la mediocridad y la corrupción que a veces nos rodean. Mientras colaboro y acompaño a las empresas en su proceso de tranformación, Mi misión es clara: enseñar a los jóvenes a emprender, a ser valientes, a vivir con principios y valores sólidos, como la honestidad, la verdad y la responsabilidad.


En este viaje, he tenido que soltar viejos paradigmas, creencias limitantes que me ataban y no me dejaban ser libre. Hoy, mi mente está en constante transformación. He descubierto mi creatividad de formas que nunca imaginé. He encontrado abundancia en lo que antes veía como limitaciones. Desde diseñar ropa hasta pintar cuadros, he aprendido a sanar y a crear.

Lo más importante es que, a pesar de las dificultades, me siento plena. La etapa en la que comencé no tiene importancia; lo importante es que hoy puedo decir que estoy aquí, cantando la canción que Dios me dio para compartir.


Mi sueño es seguir llevando mi mensaje de valentía y transformación por todo el país, por cada rincón de Ecuador, por toda Latinoamérica y el mundo entero. Sueño con enseñar a las nuevas generaciones a perder el miedo y a conquistar sus propios sueños.


Como decía alguien muy sabio, “escribir es la victoria”. Y aquí estoy, compartiendo mi historia, dispuesta a ayudar a las empresas y personas que, como yo, están listas para perder el miedo a la transformación y convertirse en su mejor versión.

Este es mi llamado a todos los que creen que nunca es tarde para empezar. Conéctate conmigo. Soy Aleczandra Villavicencio. Juntos, podemos transformar sueños en realidades.

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